sábado, 1 de octubre de 2011

Prisioneros en la botella de la pasión

Los comportamientos de los animales son interesantes, curiosos y hasta sorprendentes. Todo eso da para llenar interminables y entretenidas horas de documentales de la dos y para estudios que consiguen ser premiados con premios por merecerlo.

Darryl Gwynne, biólogo de la Universidad de Toronto y su colega australiano David Rentz, han podido escuchar en el atestado salón de los premios IG Nobel, eso de "the winner is " por su estudio “Beetles on the Bottle: Male Buprestids Mistake Stubbies for Females (Coleoptera),” que describe a conciencia con ciencia y humor el comportamiento de los escarabajos joya, que prefieren para aparearse hasta la muerte  las botellas de cerveza antes que las hembras de su especie. Y todo porque la naturaleza les ha dado unos puntos de fijación sexual a modo de guia en los cuales son más fuertes las botellas de cerveza que sus hembras. Y así, bajo el sol australiano, pasan unas apasionadas horas de sexo duro con las poco apasionadas botellas, de las que muchos no sobreviven.
Estas son las cosas que nos hacen sentir superiores a todo bicho viviente, por ser racionales y lógicos e incluso teológicos. Pero no hay para tanto. Hay mucho macho humano con fijación sexual sobre duras y brillantes imágenes que parecen ser una hembra, cuando solo son duras y brillantes imágenes. Y anteponen un póster central con una dura imagen de lo que parece una hembra ideal a una hembra real que puede ser secante, desde luego, pero también es tangente y tangible. También somos bichos.

Hay fotos explicitas

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