sábado, 1 de octubre de 2011

Pax tis

Durante un gran espacio de tiempo de la existencia de Roma, el ser o no ser ciudadano romano dentro del alcance del poder de Roma no era una cosa baladí, puesto que los ciudadanos romanos tenían derechos inalienables que no poseían ni de coña los no-romanos.
Esto me ha venido a la mente a consecuencia de una noticia sobre un cristo legal en EE.UU. por haber dado matarile a un ciudadano americano queriendo y a posta. Se puede mandar a unos helicópteros con tres o cuatro puñados de seals a un país lejano para apiolar a un señor de barba y turbante, siempre que sea extranjero. Y eso es un gran éxito, honor y motivo de orgullo. Pero si al que le toca la china es un ciudadano americano, aunque se llame Anuar el Aulaki y le maten en Yemen, es una atrocidad y un problema legal.
Los tiempos no cambian, aunque al sol le salgan nuevas manchas.
El que tenga ojos que vea.

La cronica de un asesinato del imperio

Solo son personas los ciudadanos

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