Las universidades americanas rompen la pana en ser punteras en adaptarse flexiblemente a las nuevas formas de negocio.
Un epítome de muestra. Hay una universidad, americana por supuesto, que ofrece un curso que metodiza dispersos conocimientos y prácticas; se trata de saber como vender el propio cuerpo. No. No es eso. Se trata de vender fluidos a la industria de la salud y de alquilar el cuerpo para experimentos médicos.
Sangre, esperma, óvulos, pelo, médula osea... más de veinte mil dolares al año de ganancia.
Y la Complutense enseñando filología. Así estamos como estamos.
Un epítome de muestra. Hay una universidad, americana por supuesto, que ofrece un curso que metodiza dispersos conocimientos y prácticas; se trata de saber como vender el propio cuerpo. No. No es eso. Se trata de vender fluidos a la industria de la salud y de alquilar el cuerpo para experimentos médicos.
Sangre, esperma, óvulos, pelo, médula osea... más de veinte mil dolares al año de ganancia.
Y la Complutense enseñando filología. Así estamos como estamos.
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