miércoles, 11 de enero de 2012

Política de escala

Influidos por los años en los que lo mejor era no "meterse en política" tenemos la percepción de que la política es eso de afiliarse a un partido. Pero en realidad somos peces que nadamos en política, aunque no queramos. El hombre es un animal político por naturaleza, al ser un animal social. Lo que hace, dice, o deja de hacer o de decir causa efectos en su entorno social y lo que se hace, dice o se deja de hacer o de decir en su entorno social le causa efectos a él. Hacemos política tan naturalmente como respiramos. No será una política de organizaciones políticas, pero es política.
Pero esa naturalidad se pierde al pasar a la política de grupos políticos. Parece que hay que tener una serie de cualidades, aptitudes y actitudes para hacer la política que se hace en grupos políticos. No sirve cualquiera y no vale solo con ser un ciudadano. Este escalón, este bordillo, esta barrera arquitectónica separa a los "políticos" de los ciudadanos. Los "políticos" tienen servidumbres y recompensas por el hecho de serlo que no tiene el resto de los ciudadanos. Lo que tendría que ser un continuo entre la acción política ciudadana personal directa y la política ciudadana delegada tiene una ruptura de continuidad que hace no-natural para el ciudadano el dedicarse a la política que se hace en grupos políticos. Me parece curioso. Y me parece que es el punto en el que empieza la separación entre ciudadanos y políticos.
No me explico muy bien, pero yo me entiendo.

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