martes, 30 de noviembre de 2010

El ahorro es el ahorro

Y un gasto es un gasto. En esto de la función pública,  ahorrar es fundamental y los gastos son pecado. Comprar un tóner nunca es una inversión, así que es un gasto y los gastos están mal vistos. Y lo mejor es que no existan para que no estén a la vista. Por ello aunque hay dinero, no hay dinero para un tóner, porque los gastos son dispendios prescindibles.
¿Que pasa cuando el tóner es fundamental en la función del órgano público? que el órgano da la nota al no ser funcional.
Da igual. El ahorro es el ahorro y el ajuste es fundamental.
No es la función la que determina el órgano, es el órgano el que determina la función.




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