jueves, 19 de agosto de 2010

Una cola de sesenta mil miembros aspirantes

No es una manifestación nacionalista ni una concentración de familias cristianas; es una cola de aspirantes. ¿y a que aspiran esos miembros de la cola?
¿a un puesto de controlador aéreo o de funcionario eterno o de sinecurista o de cura? no. Nada de eso. Nada de eso pondría en píe a tantos miembros de la sociedad de consumo de la comunicación aspirantes a ser algo.
Aspiran a algo que en palabras suena muy bien. Aspiran a ser grandes hermanos. 
Aspiran a vivir unos meses bajo los focos de las cámaras y bajo la atención de un país de cotillas, aspiran a lograr unos buenos contrincantes para poder trincar dineritos cuando salgan del encierro y empiece a dar vueltas la noria de la fama profunda y efímera.
Más cornadas da el recoger fresas.
Al que no le guste, que no mire.

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