lunes, 8 de agosto de 2011

Tiempos casi muertos

Wikileaks, 15M y tratamiento de la crisis.
No tienen una relación causal, pero hay otro tipo de relaciones entre ellas. La primera, Wikileaks, es la constatación de las formas de hacer y ver las cosas desde el poder. No solo desde el poder americano, también se ven reflejados los poderes que tienen tratos con los americanos. Formas de hacer "cosas necesarias" rastreras, asquerosas e ilegales, sin escrúpulos ni moral, de espaldas al discurso oficial y a la forma oficial de hacer las cosas. Y esto es lo que hay. La tercera, el tratamiento de la crisis, está siendo contestada por economistas de prestigio y las cosas que avisaban que ocurrirían, ya están ocurriendo; estamos en la pista despegue de una crisis de liquidez y de una recesión. Pero el poder, el autentico poder, se muestra inaccesible a razonamientos o a argumentos. Toda la porquería que desveló Wikileaks estará circulando por las alcantarillas de los pequeños intereses personales y nacionales, de las influencias de corporaciones, de los poderes reales y desnudos. Y la segunda, el 15M, es la contestación. Es el deseo de los ciudadanos de luz y taquígrafos, de formas transparentes de administrar el poder público, de que se barra la porquería de debajo de la alfombra y se tire al cubo de la basura. Es ese deseo que en vez de expresarse ante la pantalla del televisor a la hora de las noticias, se expresa en la calle; estando, siendo visible, mostrando el descontento, no admitiendo el ser maltratado por los poderes que deben cuidar del ciudadano.


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