En un mercado en el que las mayorías marcan las pérdidas y las ganancias, está claro que lo mejor es ir con la mayoría.
Si se sabe que la mayoría vende deuda de un país cuando el primer ministro de ese país tiene barba y dice públicamente "Polvorón", hay que vender a la vez, por muy irracional que parezca el hecho en sí, pues la mayoría es el mercado y el mercado manda. Y así se gana pasta.
Si descomponemos los pensamientos individuales de los actuantes, lo normal es que todos piensen que es una tontería sin sentido lo del primer ministro y que no tiene conexión real con el mercado de la deuda, pero como es un pistoletazo de salida, una señal, una berrea, hay que aprovechar y sacar tajada.
Si se sabe que la mayoría vende deuda de un país cuando el primer ministro de ese país tiene barba y dice públicamente "Polvorón", hay que vender a la vez, por muy irracional que parezca el hecho en sí, pues la mayoría es el mercado y el mercado manda. Y así se gana pasta.
Si descomponemos los pensamientos individuales de los actuantes, lo normal es que todos piensen que es una tontería sin sentido lo del primer ministro y que no tiene conexión real con el mercado de la deuda, pero como es un pistoletazo de salida, una señal, una berrea, hay que aprovechar y sacar tajada.
En esto el truco es saberse los tics y nadar con fuerza para coger la ola, aunque no tenga sentido, pues el asunto es hacer dinero y no un máster de economía racional.
Los mercados saben lo que hacen; ganar dinero.
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