domingo, 8 de agosto de 2010

La mía es más larga

Lo de ser competitivos nos viene de fábrica, así que no se puede hacer nada, excepto el no competir en ciertas competiciones. Pero incluso las sanas competencias se vuelven insanas con la dura competición. ¿La sauna? eso es cosa buena. ¿una competición de sauna? pues si se trata de ver quien aguanta más tiempo a más temperatura, puede ser insana. Y hasta letal.

Tras seis minutos en la cabina de sauna a una temperatura de 110 grados, uno de los finalistas, el aspirante ruso al título Vladimir Ladyschenski sufrió un colapso y falleció en el mismo lugar de la competición. Su máximo rival, el finlandés y pentacampeón mundial Timo Kaukonen, casi perece también en la prueba y tuvo que ser trasladado urgentemente a un hospital

No quiero ser campeón del mundo de comer guindillas picantes con cuchara, ni de cien metros libres en alberca de pirañas, ni de lanzamiento recíproco de jabalina, ni de salto de acantilados sin pértiga, ni de ruleta rusa, ni de beber un tonel de buen vino de una sentada; no quiero acortar mi vida. Así la tendré más larga.

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