viernes, 27 de agosto de 2010

El problema de hacer ejercicio cuando se tiene prisa

El hacer ejercicio y el desplazarse en automóvil son dos conjuntos de actividades sin ningún elemento común. Al menos en nuestras latitudes el ejercicio de desplazarse a píe, velocípedo y similares es más bien algo a hacer en nuestro por ello más mermado tiempo libre. Una actividad terapéutica cuando tendría que ser una actividad desplazativa. Pero las prisas son las prisas y la comodidad manda. Cuando se tiene prisa es mejor ir cómodo.
Todo eso puede cambiar con este vehículo eléctrico que recarga la batería sobre la marcha con un ejercicio como el de remar, de su conductor.
Con los desplazamientos diarios más un viajecito al año a París o su equivalente en kilocalorias, los bíceps, tríceps y cuadriceps estarán pletóricos y la espalda como la de un descargador de barcos de los tiempos clásicos. Las carreras de autos podrían adquirir un componente humano que las haga más humanas. Y los pajaritos ya no toserán y las nubes serán blancas y olerán a nube.
¿que más se puede pedir? pues el que los pasajeros también remen. Un buen motivo para recoger viajeros.



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