domingo, 16 de mayo de 2010

Espíritu empresarial

Una gran empresa. Setecientos mil empleados. Una empresa que nadie conoce pero que es de esas que fabrican realmente los aparatos electrónicos que están en casa. Este podría ser un relato de una Cenicienta. Pero es un relato de fantasmas.
La empresa, taiwanesa, va a contratar a unos monjes para que exorcicen a la manera oriental a unas almas atormentadas que le están dando mala suerte.
Esto da para mucha guasa. Los negocios son cosa seria y en ellos no caben las supersticiones ni las creencias en nada que no sea el dinero. Ya me imagino a ejecutivos agresivos con la pulsera holográfica que les dota de equilibrio, hacer equilibradas mofas y befas.

1 comentario:

Ñbrevu dijo...

Total, aquí hasta hace tres días se sacaba a la virgen local para que lloviera.

Esto puede ser muy cómico o muy interesante (sociológicamente), según con el cristal con que se mire. La ventaja, en todo caso, es que nosotros lo vemos desde fuera.