martes, 15 de septiembre de 2009

El caracter visto como una carrera de autos cuesta arriba

En una ocasión, un compañero de equipo me dijo algo muy curioso; "somos como conducimos". Es decir, que cuando llevamos el coche mostramos nuestra forma de ser en la forma de conducirnos. Ya se que cuando vamos al volante estamos en tensión y tendemos a ser menos pacientes y todo eso que por lo visto es bueno pues hace que seamos más reactivos a las circunstancias. No. Me refiero al estilo, a dar o no cuartelillo a los demás, a preocuparnos solo nuestra prisa y los demás que se busquen la vida. a no transgredir normas para obtener provecho y esas cosas.
Si se da esa teoría por buena, la imagen que obtengo es la de que las calzadas están llenas de conductores liberales que siguen su camino sin preocuparse de los demás. Que esos demás bien podrían ser náufragos en el tráfago del tráfico, que no les echarían ni una triste mirada y mucho menos una mano para salir del embrollo.
Prefiero pensar que mi compañero de equipo estaba equivocado

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sólo cómo conducimos, sino además cómo es el coche que tenemos.

La carcundia valora a la gente por el valor económico de su coche. Así establecen las jerarquías, en cuya cúspide el más inteligente es quien posee el auto más caro.

Patache dijo...

No hay que olvidar que los coches más caros y deportivos atraen a las mujeres más bellas. Por lo menos en los anuncios