jueves, 24 de septiembre de 2009

Detrás de todo tirano, hay una anciana rezando por su salud

En un lejano lugar en el tiempo y el espacio mandaba un señor cruel al que llegó la noticia de que una anciana señora rezaba todos los días por que tuviera una larga vida. Tuviera una larga vida el tirano, no la señora.
Extrañado, la hizo llamar y cuando la tuvo en su presencia le preguntó por su extraño comportamiento, ya que reconocía que era un cabrón de marca. La señora le dijo "cuando era casi una niña mandaba sobre este lugar un señor muy cruel y dañino. Al cabo de unos años murió y le sucedió en la tiranía un señor más cruel y dañino que también acabó muriendo y tras él aparecisteis vos, que los superáis con creces. Así que visto lo visto, rezo para que duréis muchos años".
El lado pesimista se adhiere a la historieta y el optimista se despega de ella; despues de todo, las cosas podrían mejorar ¿no?
Hay muchas ocasiones en las que me sorprenden historias de personas atrapadas en situaciones tales que rezan porque lo malo que les sucede no cese y con ello queden en peor situación.
Tenemos a los "empleados" orientales en talleres occidentales clandestinos en los que hacen su vida de esclavos, rezando para que la policía no les rompa las cadenas. A las prostitutas obligadas, con familias en los países de origen de "rehenes" que tienen casi más miedo a que la policía entre en el caso que sus rufianes. Trabajadores irregulares por diversas irregularidades que hacen todo el silencio que pueden sobre sus males, para no atraer un rayo en forma de inspección que levante las piedras que ocultan la podredumbre de la riqueza obtenida por sus patronos explotándolos.
Todos ellos rezan porque el mal no muera. Todos tienen la certeza de que detrás no habrá un bien. Que habrá un mal mayor.
¿Tendrán razón?

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